En mi ultimo viaje a Argentina tuve la oportunidad y placer de disfrutar un gran asado con el abuelo, llevamos la carne temprano para prender el fuego a eso de las 10 de la mañana y poder comer entre doce y una de la tarde, como se estila en esta parte del cono sur. Me quede a su lado durante todo el proceso para aprender y perfeccionar las tecnicas del asado, sobre todo por la gran experiencia que tiene, asi que primero limpiamos la carne, (notese el gran cuchillo que el mismo hizo y denota ya los años y la experiencia de tantos asados) atamos los chinchulines y prendimos el fuego apartado de la parrilla. La parrilla tambien construida por el, ya tiene sus años y la domina como todo un maestro. Ahi aprendi la importancia de controlar el fuego agregando y moviendo el carbon para mantener una temperatura constante. Cocinar despacio para no arrebatar la carne (cocinada por fuera y cruda por dentro) y los tiempos de todo lo que pusimos sobre la parrilla, unas tiras de asado, un vacio, chinchulines, chorizo de carne y de pollo y unas morcillas catalanas que me encantaron!!
Disfrutamos mucho el momento en compañia de la familia y lo guardo en un lugar especial dentro de mis recuerdos.
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